“Yo no trabajo, solo cuido de mi familia y no aporto nada económicamente en casa y me siento mal con ello. Mi marido es el que trabaja y cuando quiero hacer algo para mi misma que me supone un gasto, me cuesta mucho hacerlo o directamente renuncio a ello”
Son muchas, demasiadas las mujeres que vienen a terapia con este argumento, y lo peor son las que ya ni se lo plantean por este mismo motivo.
La «solución mágica» en terapia
Entonces aplico “la solución mágica” para estos casos, me explico.
Lo primero que hacemos es coger papel y bolígrafo y le pido a la persona que vaya anotado las respuestas a las siguientes preguntas, especialmente si tiene hijos:
¿Desde que te levantas hasta que te acuestas, cuántas horas dedicas a…?
la limpieza y mantenimiento de la casa, a comprar, cocinar, planchar.
a tus hijos: a lavarlos, cambiar pañales, darles de comer, escucharlos, ayudarles con los deberes, jugar con ellos, a consolarlos cuando lo necesitan, llevarlos al parque a que jueguen con sus amigos, recogerlos de la escuela, hablar con profesores y tutores
Y todo esto ¿cuántos días a la semana?
Capítulo aparte es el tema de
¿Cuánto tiempo y energía dedicaste a gestarlos y parirlos? ¿Cuánto para darles la teta o el biberón?
Ya tenemos la primera parte. Ahora viene la segunda.
Suma las horas y ponle el precio que pagarías si lo hubiera de hacer otra persona. Si, incluso gestarlos y parirlos. Un precio por días laborables y otro por fines de semana.
Suma a todo ello la seguridad social, el mes de vacaciones y dos pagas extras.
Os aseguro que la suma es astronómica -si no lo crees hazlo tu misma – y que después de verla nunca más una mujer vuelve a decir: “Yo no trabajo ni aporto nada económicamente”.
La mejor forma para erradicar el «machismo» es la propia autoestima
Es cierto que hay lo que llamamos “machismo”, aunque bajo esta etiqueta se esconden muchas cosas, pero somos las mismas mujeres las primeras que no damos el valor que tiene a cuidar y educar a los hijos y a llevar una casa para que la familia, incluida nosotras mismas, pueda estar confortable y feliz. Desgraciadamente se le da más más valor a una mujer que “ha triunfado” en el mundo profesional.
¿Por qué se da más valor a una directiva del Banco Mundial, solo por poner un ejemplo, que a las mujeres que han optado por estar en casa cuidando, educando y dando tiempo a los hijos para que en la medida que sea posible sean felices y puedan cumplir con el propósito de su vida?
Y no es que todo esto no se pueda hacer cuando estás trabajando también fuera de casa, pero es que es realmente difícil conciliar el trabajo profesional con la familia. A veces es realmente agotador, especialmente cuando los hijos son pequeños y requieren tanta atención.
¿Cuánto valor damos a un Ser Humanoi y cuánto a los logros materiales?
¿Cuántos cambios necesitamos hacer en nosotros y nosotras mismas para que la sociedad cambie y se valore lo que es realmente esencial?
Aqui os dejo todas estas reflexiones que creo importante nos hagamos mujeres y hombres por igual.
Y si como mujer necesitas hacer un cambio en este sentido, no dudes en llamarme para poder tener una primera sesión – que es gratuita – para ver cómo puedes lograrlo.
Un abrazo y hasta la próxima
Montserrat Chando
Psicoterapeuta
685.890.497 Barcelona