¿Qué papel podrían jugar las emociones en la salud y en la enfermedad?
Las tres causas más conocida que generan la enfermedad son: alimentación, medio ambiente emociones y lo que la medicina llama yatrogenia, que son los efectos adversos de los medicamente. No son las únicas, pero son las que se aceptan más comúnmente, aunque siempre habremos de tener en cuenta que generalmente cuando una enfermedad física se manifiesta los factores son multifactoriales.
Primero de todo me gustaría puntualizar que lo que voy a exponer hoy solo es una aproximación a la realidad, porque ésta es tan compleja y nuestra naturaleza tan maravillosamente diseñada que para hacernos una idea de la verdadera realidad se necesitaría mucho, mucho tiempo para hablar de ello y eso con solo lo que conocemos, que parece mucho, pero en realidad es poco comparado con lo que desconocemos. Mi exposición está basada principalmente en cómo las emociones pueden llegar a enfermar nuestro cuerpo físico, qué son las emociones y, lo más importante que podemos hacer para evitarlo o revertirlo.
Qué es en realidad la enfermedad y por qué enfermamos
La enfermedad aparece cuando se crea un desequilibrio en el funcionamiento del organismo. Un ejemplo bien claro es la osteoporosis. Cuando hay un exceso de acidez en la sangre que puede llegar a poner en peligro la vida, sabiamente el cuerpo extrae calcio de los huesos para equilibrar la acidez y, aunque tener osteoporosis no sea bueno, es menos malo que morirse. El organismo ha creado una “enfermedad” para salvaguardar la vida. Pasa igual con el sistema nervioso, tenemos el simpático que nos activa y el parasimpático que nos relaja. Cuando los dos están en equilibrio y cada uno cumple su función todo está bien, cuando uno de los dos predomina aparece o la aceleración o un exceso de relajación.
Qué es una emoción
La palabra emoción etimológicamente proviene del latín ‘emōtĭo’ (impulso), o sea, es la energía que nos impulsa a movernos, a actuar.
La respuesta física frente a las emociones
Pongamos como ejemplo el miedo, una de las más generalizada.
Frente al miedo nuestro organismo reacciona activando las glándulas suprarrenales para producir cortisol, la llamada hormona del estré,s para ponernos en alerta. Ese cortisol provoca que aumente el ritmo cardiaco y por tanto la frecuencia respiratoria. Esto a su vez, provoca que necesitemos más energía, así el páncreas libera glucagón para decirle al hígado que libere el azúcar que almacena como fuente de esa energía hacia los músculos y así se puedan adaptar a la exigencia de la situación. Como habrá un alto índice de glucosa en sangre el páncreas necesitará generar insulina para poder metabolizarla. Hasta todo está bien siempre y cuando sea un miedo al que podamos poner remedio, pero de cronificarse en el tiempo las células del páncreas pueden llegar a agotarse lo que puede llevar a un diabetes de tipo II.
Cómo se interrelacionan las emociones
Tomando esta vez el ejemplo la poderosa energía la ira no expresada, muchas veces reprimida, negada y a menudo relegada al inconsciente, y por lo tanto estancada. Al quedar retenida se convierte en ansiedad o angustia, transformándola a su vez en tristeza y depresión.
Es también muy interesante ver cómo también nuestro cuerpo físico colabora en la no expresión de esta ira a través de una bajada importante del hierro (Fe), si hay una deficiencia de este mineral nuestro cuerpo está muy cansado y no hay suficiente energía ni para afrontar la ira, expresarla y resolver el conflicto que la ha causado, lo que nos llevará a su vez a minusvalorarnos por no saber defendernos.
Y aquí nos podemos hacer una pregunta ¿Por qué no expresamos la ira cuando toca hacerlo? Pues las causas más comunes son el miedo a que si lo hacemos nos rechazarán e incluso dejarán de querernos, pero también el sentimiento de culpa por, miedo, otra vez el miedo, a dañar a las personas, especialmente las que son importantes para nosotros.
Y esto es solo un pequeñísimo ejemplo de cómo interactúan las emociones. Por tanto, al igual que físicamente no podemos tratar una enfermedad o trastorno tratando únicamente los síntomas, sería como barrer en el desierto, tampoco podemos tratar las emociones por separado porque todas se retroalimentan.
Si por ejemplo queremos ayudar a una persona con angustia, por los medios que sean, haremos todo lo posible para mitigarla, pero al mismo tiempo indagaremos en las causas que la están provocando para que la curación sea permanente.
Y hablando de emociones, veamos cómo se generan
Pues es la mente la responsable, que no es física, es el “software” que tiene como instrumento al cerebro, el “hardware”, quien ejecuta sus órdenes.
Siguiendo con el ejemplo del miedo, cuando percibimos una situación y la interpretamos como peligrosa se genera la emoción, en este caso del miedo y así se crea la reacción en cadena para la reacción física de la que hablaba anteriormente y preservar así la supervivencia. Y esto está fenomenal, de otra forma ya nos hubiéramos extinguido como humanidad.
Pero, siempre hay un pero, ¿es nuestra mente siempre objetiva en la interpretación de lo que está sucediendo? Y la respuesta es rotundamente NO.
Objetividad y subjetividad
¿Dónde acaba una y empieza a otra? Pocas veces somos objetivos en la percepción de lo que llamamos realidad. Creamos nuestra propia realidad, muchas veces independientemente de la realidad que se está desarrollando frente a nosotros, y lo hacemos a través de nuestras emociones nacidas de las experiencias vividas, de nuestras propias creencias sobre nosotros mismos, sobre cómo deberían ser las cosas y como es el mundo. Pero nuestras creencias también se nutren, o se generan, a través de las de nuestros padres, educadores y sociedad en general, – inconsciente colectivo-.
Puede pasar que frente a una situación que interpretamos como peligrosa, no lo sea en sí misma, sino que activa una memoria del pasado de un hecho que nos provocó miedo y no tuvimos los recursos necesarios para poder defendernos, bien porque éramos niños o porque no nos sentimos capaces de hacerlo siendo ya adultos. Pasa entonces que hay hechos en el presente que reactivan esa memoria del pasado y la vivimos, no como quien somos ahora, si no como quien fuimos en el tiempo que sucedió la situación dolorosa y no sanada.
Esto es lo que llamamos emociones disfuncionales. No nos dejan funcionar de una forma beneficiosa para nosotros y nos bloquean e incluso paralizan.
Cada emoción encierra una sabiduría
Vemos como el miedo tiene dos facetas bien positivas e imprescindibles, una que por un lado nos previene de los peligros y otra que nos posibilita superar la situación a través de la defensa o de la huida. Pero también tiene la que nos paraliza y no nos permite actuar.
Y cómo no, también lo tiene la ira o rabia, quizás la emoción que menos aceptamos, pues la ira, con su tremenda fuerza, tiene el potencial de poner límites para no permitir que nada ni nadie abuse de nosotros ni nos falte al respeto, pero también tiene su vertiente, no tan positiva, de destruir al otro, bien sea física, emocional o psicológicamente.
También la culpa tiene esas dos caras, la buena y la mala. En su parte más positiva es nuestro “Pepito Grillo”, la voz de nuestra conciencia que nos hace actuar de manera responsable y respetuosa con nuestros semejante. La llamamos entonces responsabilidad. Pero si esa responsabilidad entra en desequilibrio y se vuelve desmesurada actuará a través de reproches continuos, autocrítica desmesurada y ahí ya aparece la culpa, que es disfuncional, tiene su intención positiva, pero no es útil si no que se convierte en una emoción muy autodestructiva.
Y así sucede con todas y cada una de nuestras emociones más básicas.
Emoción y enfermedad. Visiones desde diferentes disciplinas
Ya hemos visto más arriba cómo el miedo crónico podría llevar a una diabetes II como ya reconoce nuestra medicina oficial. Pero hay otra muchas visiones que nos pueden ampliar un poco más la visión.
Medicina Tradicional China
Según la Medicina Tradicional China, cuya antigüedad se remonta a 3.000 años atrás y que a su vez proviene de la Medicina Ayurveda de la India milenaria mucho más antigua, cada emoción afecta principalmente a un órgano determinado, la tristeza está asociada a los pulmones, la ira y el resentimiento al hígado, el miedo a los riñones, el exceso de actividad mental al páncreas y la desconexión con el ser al corazón. Aunque ésas son las más conocidas hay muchas más que afectan a estos órganos y no solo emociones, si no también actitudes frente a la vida.
Terapia Floral de Bach
Parte de la premisa que el origen de toda enfermedad empieza cuando hay una desconexión entre el Alma y el cuerpo físico, que es en realidad su instrumento. Por tanto, si queremos de verdad sanar una enfermedad, trataremos el cuerpo físico y a la vez investigaremos en qué momento de nuestra vida nos hemos apartado de la misión que hemos venido a hacer como almas.
El Dr. Edward Bach – 1886-1936, fue un reconocido médico-científico, cirujano, bacteriólogo y patólogo. Era muy sensible al sufrimiento humano, sensitivo y, por encima de todo, amante de ayudar a la humanidad que sufre. Trabajando en un hospital observó que pacientes que tenían rasgos de personalidad muy similares curiosamente desarrollaban enfermedades también similares. Esta observación le llevó a darse cuenta de que no había que en ir buscando patógenos externos que nos enferman y que tanto había investigado, para combatirlos, si no que nos habíamos de fijar en las características psíquicas que son las que provocan la enfermedad, pasando a tratar a sus pacientes con la Terapía Homeopática de Samuel Hanneman (1755-1843) obteniendo excelentes resultados. No contento con esto quiso perfeccionar un método de sanación más simple y empezó a investigar con flores silvestres, lo que acabo siendo el sistema que hoy conocemos como Terapia de Floral de Bach, que con sus vibraciones equilibran y sanan todos y cada uno de los estados psíquicos básicos y universales del ser humano, con las cuales ayudo a miles de personas, incluso desahuciadas por la medicina oficial de la época, viviendo solo de lo que éstas que quería o podían ofrecer económicamente. Como recompensa a tanta dedicación y a su descubrimiento, del que desde entonces se han beneficiado y se siguen beneficiando millones de personas, el colegio oficial de médicos le prohibió ejercer la medicina.
Dr. Hamer y la Nueva Medicina Germánica
El Dr. Ryke Hammer se doctoró en Teología, Física y Medicina especializándose después de Psiquiatría, Neurología, y Medicina Interna.
Su hijo Dirk de 19 años murió de un disparo y murió a los 111 de agonía, murió en los brazos de su padre. Un terrible trauma para él. En las semana siguientes se le diagnostica un cáncer de testículos y sus colegas le dicen que tiene una probabilidad entre 5 de sobrevivir. Pero sigue trabajando en el hospital de Múnich en ginecología donde hay doscientos pacientes de cáncer. Con delicadeza les va interrogando y descubre que, al igual que él, todos ellos han sufrido un grave trauma en los meses previos a la aparición. Observa también en el siguiente hospital donde trabaja con pacientes de pulmón, que el cáncer no está provocado por el tabaco ya que la mitad de los pacientes no son fumadores, existiendo la misma causa/efecto entre trauma y enfermedad.
Como radiólogo descubrió que la manchas que se veían en muchas radiografías y que se atribuían a defectos del aparato, eran en realidad como un cortocircuito en cierta zona del cerebro, al que llamó “foco”, y que rige un órgano concreto. Sobre la base de más de 20.000 casos examinados llegó a determinar una especie de mapa del cerebro, estableciendo la correspondencia entre el tipo de trauma de origen, el área cerebral afecta y el órgano físico regido por dicha área.
Si se resuelve el trauma se empieza a producir la reparación del cerebro para después pasar a la recuperación del cuerpo. Llegó a todas estas conclusiones a través de lo que denominamos métodos científicos, comprobables siempre que se desea hacerlo, al igual que Edward Bach ayudó a miles y miles de personas desahuciadas por la medicina oficial y la iluminó con una nueva perspectiva mucho más positiva, empoderadora y autoresponsable.
En agradecimiento a todo su trabajo y al legado que nos dejó, se le calumnió, prohibió ejercer la medicina y encarceló dos veces.
Psicoinmunología.
Desde esta disciplina de nuestra Medicina oficial se sabe y estudia la relación que hay entre el sistema nervioso, inmune y endocrino trabajando juntos a la hora de crear un respuesta a los estímulos de la psique – mente y emociones- .
Nuestra naturaleza energética
Con todo lo descrito más arriba estamos solo redescubriendo lo que las antiguas tradiciones ya sabían hace miles de años atrás. Desde la tradición india se ha trasmitida generación tras generación que el ser humano es físico y energético a la vez.
Para describir esta realidad podemos imaginar una muñeca rusa, esas muñecas que contienen en su interior a otra muñeca idéntica más pequeña. Pues bien, si nos imaginamos nuestro cuerpo físico como la última de esas muñecas, la más pequeña, podríamos ver como si la que nos cubre fuera una muñeca no física, si no energética, una matriz del cuerpo físico donde todas las enfermedades y trastornos se manifiestan primero en ella para luego pasa al plano físico, le llamamos cuerpo etérico. Siguiendo con el ejemplo de las muñecas rusas veríamos como hay otra capa de energía más sutil englobando el cuerpo etérico y el físico, que es el emocional, ahí residen las emociones que son las que conforman el cuerpo éterico, la matriz del físico. Si seguimos hallaremos otro cuerpo más sutil que el emocional, el mental, donde se ubican los pensamientos y creencias. A su vez éste es el que da forma al emocional. Y si seguimos hay otros cuerpos, que, de una forma simplista podríamos decir que es el alma, aunque la realidad es mucho más compleja, pero como ejemplo sirve, y es este nivel energético el que da las directrices en la vida. Y como dice Edward Bach y según también las tradiciones más antiguas, cuando las necesidades del alma no están siendo cumplidas por los diferentes niveles energéticos y físicos del ser humano aparece la enfermedad, que solo es una señal de alarma de que no vamos por el camino que como almas nos hemos trazado.
Qué podemos hacer para evitar que las emociones generen trastornos y enfermedades físicas
Primero de todo conocerlas, indagar cómo se originaron y aceptarlas. Esto nos llevará a comprendernos mejor y a desarrollar la empatía hacia nosotros mismos, porque se habla de mucho de empatía hacia los demás, pero nada, o casi nada de la empatía hacia uno mismo, teniendo en cuenta que empatía no tiene absolutamente nada que ver con justificar un hecho. Y cuando lo hayamos conseguido, o estemos dando los pasos para hacerlo, se abrirá el camino para sanar las emociones y todas la creencias erróneas que podamos albergar en nuestra mente.
Herramientas que nos facilitan conocer y sanar nuestras emociones
Podemos empezar a hacerlo por nosotros mismos o consultar con algún profesional, esto dependerá de cada persona, pero lo importante no es el medio, sino poder conseguirlo.
Hoy día hay infinidad de formas de hacerlo, pero voy a hablar de las que yo utilizo porque son las que mejor conozco. Pero, en definitiva, el propósito de los diferente caminos han de conducirnos a la verdadera sanación.
Actitud interna abierta
De la primera que quiero hablar es de la actitud interna con la que nos acercamos a nuestro universo interno. Si hay una predisposición a conocernos, a escuchar, acoger y mirar de frente a nuestras partes que sufren y que siguen dañadas, el éxito siempre estará asegurado porque nuestra intuición, en el caso que decidamos hacerlo de la mano de un profesional, siempre nos guiará hacia la persona que más encaje con nuestras necesidades. Y en el caso que decidamos hacerlo por nosotros mismos el Universo nos traerá libros, personas, sueños, intuiciones, “coincidencias” que nos ayudarán a hacerlo. Sin esta actitud interna podríamos tener al mejor terapeuta del mundo, pero la terapia difícilmente funcionará.
Psicoterapia
A través de un proceso de psicoterapia, el o la terapeuta nos va a facilitar el camino para adentrarnos en esas parte más difíciles de ver por nosotros mismos, porque muchas veces están a un nivel subconsciente o incluso inconsciente, o sea no tenemos ni más la mínima idea de que están ahí y de que nos afectan en cómo sentimos, pensamos y actuamos.
Flores de Bach
Son elixires obtenidos de forma totalmente natural de flores y que a través de su energía y de una forma muy sutil, positivizan todas y cada una de nuestras emocione y actitudes frente a la vida. Son fáciles de tomar y no tienen absolutamente ninguno de los efectos secundarios que si pueden tener otras substancias.
Trabajar con el inconsciente
Mucho de lo que nos afecta negativamente a nivel emocional se ha creado en vivencias del pasado, quizás un pasado del que guardamos memoria, pero también de un pasado en que se ha guardado en la memoria inconsciente. Cuando este inconsciente maneja nuestra vida es como querer encontrar algo en una habitación totalmente oscura. Al abrir la puerta puede entrar la luz y darnos cuenta de qué es lo que hemos de resolver o sanar. El camino se hace recto.
Terapia energética
Toda emoción y síntoma físico tiene una correspondencia a nivel energético. A menudo ocurre que el bloqueo energético es tan grande que impide a la persona entrar en contacto con su interior. Y hay técnicas como el Jin Shin Jyutsu, que es la técnica que utilizo, que nos ayudan a deshacer esos bloqueos energéticos, síntoma de emociones en desequilibrio, que nos hacen avanzar en el proceso de psicoterapia.
Os dejo estos enlaces donde podréis saber un poco más sobre:
Artículos
Técnica Metamórfica. Desbloquear las emociones desde el trabajo físico: https://www.montserratchando.com/terapia-metamorfica/
Ira y resentimiento: https://www.montserratchando.com/emociones-que-matan-ira-y-resentimiento/
Flores de Bach, Flores que sanan el Alma: https://www.montserratchando.com/flores-bach-flores-sanan-alma-video/
Sobre el poder de la mente: https://www.montserratchando.com/inmenso-poder-creencias-pensamientos/
Dr. Hammer. http://www.newmedicine.ca/spanish_intro.php
Libros.
«La medicina paras arriba. ¿Y si hammer tuviera razón?» Giorgio Mambretti y Jean Séraphin. Ediciones Obelisco.
«Cura´t des de dins» El que la ciència sap sobre el poder curatiu de la ment sobre el cos. Jo Marchant. Anle Editorial.
Libro sobre la filosofía en que se basa la Terapia Ffloral de Bach y una breve descripción de cada una de ella, escrito por el mismo Edward Bach. «Curese a Usted Mismo» Edward Bach.
Montserrat Chando
Psicoterapeuta Integrativa
Ver Psicoterapia Integrativa