Muchas veces en un proceso de terapia, cuando la confusión y las dudas todavía son las ganadoras, las personas me preguntan sobre qué decisiones deberían tomar acerca de temas importantes en sus vidas. 

Pero el trabajo de un buen terapeuta no consiste en decirles lo que deberían hacer y lo que no, ya que así se crearía dependencia. Y esto es lo último que necesitamos hacer en terapia.

La ayuda de terapeuta consiste en ayudar a que cada persona disipe la neblina, a veces los nubarrones, para  poder ver con claridad el camino y  tomar así las propias decsiones. Y muchas veces surge esta pequeña y bonita historia de Robert Schuller que hoy quiero compartir desde aquí:

«Recuerdo que un invierno mi padre necesitaba leña, así que buscó un árbol muerto y lo cortó. Pero luego, en la primavera, vio desolado, que al tronco marchito de ese árbol le brotaron renuevos.

Mi padre dijo:…Estaba yo seguro de que ese árbol estaba muerto. Había perdido todas las hojas en el invierno. Hacia tanto frío, que las ramas se quebraban y caían como si no le quedara al viejo tronco ni una pizca de vida. Pero ahora advierto que aún alentaba la vida en aquel tocón.

Y volviéndose hacia mí, me aconsejó:… Nunca olvides esta importante lección. Jamás cortes un árbol en invierno. Jamás tomes una decisión negativa en tiempo adverso. Nunca tomes las más importantes decisiones cuando estés en tu peor estado de ánimo. Espera. Sé paciente. La tormenta pasará. Recuerda que la primavera volverá».

Y si, la primavera siempre vuelve a nuestras vidas, aunque a veces se requiera el esfuerzo de disipar los nubarrones.

Y ahí estamos los terapeutas para facilitar el camino. Para mi es un privilegio poder hacerlo y quiero dar las gracias a todas las personas que habéis confiado en mi a lo largo de estos años

Montserrat Chando
Psicoterapeuta
Barcelona

                                                                Ver Psicoterapia Integrativa